ISHTAR
Me he encontrado con Ishtar buscando personajes históricos o mitológicos que hubieran bajado al mundo de los muertos. Es una diosa babilónica cuyo nombre me es familiar porque en la localidad donde vivo, Lorca, se celebran procesiones de Semana Santa de carácter bíblico-pasionales. Una de cuyas hermandades, la del Paso Blanco, desde hace unos años cuenta con una carroza que representa la Puerta de Ishtar de la antigua Babilonia presidida por Nabucodonosor II que en el siglo VI la mandó construir; se acompaña de dos consejeros y detrás los tres niños arrojados al fuego, milagro recogido en el libro de Daniel ya que se salvaron del fuego al rezarle a Dios negándose a adorar a ídolos de oro. ( 1)
Y hace menos de dos años tuve ocasión de ver la auténtica, reconstruida en el Museo de Pérgamo de Berlín siguiendo las instrucciones de los arqueólogos alemanes que intervinieron en las excavaciones de principios del siglo XX.
Ahora sé que Ishtar, diosa del amor y la fertilidad, fue una divinidad lunar de sumerios y acadios o babilonios. Su amante Tammuz murió durante una cacería de jabalí. La hermana de la diosa, Ereshkigal, divinidad del infierno, hizo transportar sus restos al inframundo sin que lo supiera su amante. Ishtar, llena de dolor, decidió bajar a las profundidades infernales para reunirse con él pero la hermana le prohibió la salida. Esto tuvo una terrible consecuencia, en la Tierra no nacían niños. Los dioses pidieron a Ereshkigal que dejara salir a su hermana. Conseguido lo cual, el mundo volvió a la normalidad con amor y fecundidad.
El culto a esta diosa se extendió por muchos países aunque con distintos nombres. Inanna, Ininna o Inin en la primera época sumeria con el significado de " dama del cielo"; para otros era Geshtianna, la "viña celeste", Nidaba o Nisaba, la " señora del grano", Ninhursag, la "madre tierra", Nintud, la "diosa madre". En Persia se la reconocía con el nombre de Anahit, por Grecia se la identificaba con Afrodita y otras veces con Artemisa, por Egipto y Anatolia con el nombre de Cibeles, la "gran madre", en Roma con Juno y Venus, en Cartago con Tanit o Astarté, en Babilonia combinaba cualidades bélicas y amorosas. Sus elementos simbólicos eran: el planeta Venus, la espiga y el haz de gavillas, el león, el color blanco, la estrella de ocho puntas y varios números, entre los que destacaban el 15, 7 y 3. En ocasiones se la representaba como un ser andrógino.
Nabucodonosor, que había destruido tres veces Jerusalén y había deportado cantidades de judíos a Babilonia como esclavos de guerra, se propuso embellecer la que sería capital de imperio rodeándola de una doble línea de murallas, la exterior de 26 metros de grosor. Según Herodoto por el camino de ronda podían pasar dos carros de cuatro caballos cada uno. El acceso a la ciudad lo formaban ocho puertas de bronce dedicadas a las principales divinidades babilónicas. De todas ellas la Puerta de Ishtar era la más bella y fue considerada una de las maravillas del mundo hasta el siglo VI d. C. cuando fue sustituida por el Faro de Alejandría. Pero Babilonia siguió estando entre las siete maravillas del mundo por los Jardines colgantes, realizados en terrazas y destruidos con el paso del tiempo. Los mandó construir el rey Nabucodonosor para su esposa meda que añoraba los verdes paisajes de su tierra.
De 14 metros de altura y 10 de ancho, por la Puerta de Ishtar se accedía al templo de Bel donde se celebraban las fiestas de Año Nuevo que tenían lugar entre marzo y abril, durante doce días de la primavera. Era la fiesta Akita en honor del patrón de la ciudad, Marduk, dios de la vida, la muerte y la resurrección. Estando prisionero en el inframundo resucitó al tercer día. No podía faltar la comparación con Jesucristo. Con motivo de esa festividad las imágenes de Ishtar y otros dioses procesionaban hasta el templo de Marduk o Esagila, un zigurat del que no queda nada que se cree incluía la Torre de Babel, dentro de un gran patio y pasando por la Vía Procesional que atravesaba un puente de piedra sobre el Éufrates. Este camino con murallas cubiertas ,igual que la puerta , de ladrillos vidriados de adobe en color azul de lapizlázuli principalmente y otros dorados y blancos, con relieves de leones y dragones que las custodiaban. La puerta estaba compuesta por dos torreones cuadrangulares con almenas que flanqueaban el arco central de medio punto como un monumental arco del triunfo, dentro del cual había dos esfinges que han desaparecido, y los relieves de animales representaban a los dioses, el león a Ishtar, el toro a Adad, dios de las tormentas y el grifo a Marduk, además de unas flores blancas que parecen margaritas. Con el tiempo estas estructuras se derrumbaron y quedaron sepultadas por las tormentas del desierto. Un grupo de arqueólogos alemanes dirigidos por Robert Koldewey inició los trabajos en 1899 hasta 1914 que los llevaron a Berlín donde se reconstruyeron minuciosamente quedando terminados en 1930. En realidad se trata de una puerta doble, la posterior mucho más grande, cuyos ladrillos permanecen almacenados en el Museo de Pérgamon de Berlín ante la falta de espacio para ser expuestos. (2)
(1)Espero que alguien me explique por qué se cambió el color de los ladrillos en la carroza, verde en vez de azul.
(2) Para quien quiera ampliar el tema le remito al artículo "Babilonia y Nabucodonosor: historia antigua y tradición viva. Bosquejo sobre su realidad histórica y su presencia en el cortejo bíblico de Lorca ( Murcia)" de Juan Luis Montero Fenollós, profesor de la Facultad de Humanidades de la Universidad de La Coruña y publicado en el número 5 de la revista "Alberca" , que edita la Asociación de Amigos del Museo Arqueológico de Lorca. 2007