Estando yo sentada en el tren se me coloca al lado un hombre con la gorra al revés que me dio la impresión de ser un emigrante porque era la hora en que salen de trabajar y se dirigen a sus casas, Pero no. Al verme sacar la tarjeta personalizada para enseñársela a la revisora, me comenta que el tiene una mejor que la mía. Las tarjetas personalizadas tienen descuento. Me pareció raro que siendo joven pudiera disfrutar de descuento. Abro mi bolso y saco la nota que me dieron en la ventanilla de la estación donde se establece que hay que ser jubilado, minusválido o familia numerosa. Le pregunto a qué apartado pertenece la suya y se me acerca a la oreja, pues se trata de un secreto. ¡ Qué cara de ancianita bonachona de pelo níveo me habrá visto para tanta confidencialidad ¡ Me cuenta que su abuelo era maquinista y que conoce a todo el personal de la administración. Aunque ya murió los compañeros quisieron hacerle un reconocimiento a la familia dándole una tarjeta de minusválido que no solo le descuenta el 40% a él sino a su acompañante. Ante mi gesto de asombro saca la cartera y verdaderamente hay una tarjeta que incluye acompañante. Yo pensaba que se estaba quedando conmigo, pero era como la mía. Observa que la mía lleva mi fotografía y entonces me cuenta que él se la hizo con la gorra para atrás y no se la admitieron. La guarda en la cartera junto a la actualizada sin gorra.
Yo empiezo a recordar que nuestro país es donde nació la picaresca y debe continuar, por lo que veo. Le pregunto si el acompañante no tiene que justificar que es un familiar y responde que casi siempre va con su mujer, que es buenísima " fíjese usted si es buena que fue monja clarisa pero que se salió cuando cerraron el convento". Le comento que vienen de Santa Clara de Asís y que siempre me cayeron bien como buenas franciscanas. Me es muy querida la figura de S. Francisco. Me mira con los ojos muy abiertos y le aclaro que soy profesora jubilada de instituto.
Le confieso que espero que en España ocurra como en otros países donde los transportes públicos son gratuitos para los jubilados porque lo he visto en Inglaterra. El hombre dice que es catalán pero ESPAÑOL, se dedica a los negocios, ha viajado mucho y también lo ha comprobado. Ha querido que sus hijos sepan idiomas y han hecho erasmus en Alemania porque allí están muy adelantados y nosotros tenemos que imitarlos.
Charlando, charlando llega a su destino, no sin antes darme la mano para despedirse y añadir que estaba encantado de "haber conocido a una persona tan inteligente". Ahora si que me quedo "con el ojo cuadrado" , como dice una amiga mía. ¿Será verdad que la cara es el espejo del alma? ¡Qué amistad más efímera¡. Ni nos preguntamos los nombres jajaja.