La biotecnología, como otras ciencias que se están desarrollando a un ritmo vertiginoso, puede convertirnos en testigos de ver reales narraciones que un día fueron ciencia-ficción. Pienso en lo que habría sentido Julio Verne al comprobar por televisión al hombre pisando la Luna.
Yo he tenido una experiencia muy gratificante al ver realizado algo que parecía imposible. Cuando estudiaba en el instituto en los años cincuenta del siglo pasado teníamos un libro de inglés en el que, después de cada lección, se añadía una lectura. Recuerdo que me llamaba mucho la atención aquella en la que se comentaba el proyecto de comunicar Inglaterra con el continente europeo a través de un túnel subterráneo bajo el Canal de la Mancha. Con la tecnología de la época se consideraba ciencia-ficción. Pero, ¿ quién me iba a decir a mí que más de cincuenta años después iba a realizar un viaje al Reino Unido utilizando ese camino en el Eurotúnel? Me resultó emocionantísimo, aunque confieso que pasé miedo pensando en la gran cantidad de agua que "pesaba" sobre nuestras cabezas.
Me han venido a la memoria estos recuerdos a raíz de una noticia que acabo de leer que dice: "los nanorobots navegarán por nuestra sangre diagnosticando problemas y reparando daños". Porque en los años sesenta del siglo pasado tuve ocasión de ver la película "Viaje alucinante" cuyo guión inspiró a Isaac Asimov la novela del mismo título, evidentemente de ciencia-ficción, sobre el fantástico viaje al interior del cuerpo humano de un submarino tripulado y reducido de tamaño en el Centro de Miniaturización Norteamericano. Esta tecnología solo duraba sesenta minutos hasta volver a su tamaño original. La finalidad del experimento consistía en salvar la vida de un científico con hematoma cerebral tras un intento de asesinato. Al submarino y su tripulación, reducidos a pequeñísimo tamaño, se les introducía en el sistema circulatorio arterial del enfermo para llegar a las zonas dañadas del cerebro y curarlas. Después de diversas peripecias salían al exterior por un ojo siguiendo el trayecto del nervio óptico antes de finalizar el plazo.
¿ Llegaré a tiempo de verlo hecho realidad salvando las distancias de humanos a robots ? No lo creo pero, teniendo en cuenta que en los últimos 100 años hemos doblado la esperanza de vida, todo puede ser...