A Z U L
Como a otras personas que se han
dedicado a investigar sobre este color, me he encontrado con el libro de Michel
Pastoreau, “Azul, historia de un color” que ha despertado en mí una gran curiosidad,
al explicar cómo ha ido cambiando su valoración a lo largo de la historia. Del
color más ignorado al más valorado en las encuestas actuales. En las pinturas
prehistóricas no aparece. Probablemente porque no abundaba en los seres vivos, plantas
y minerales. En la Ilíada y en la Odisea Homero dice que el cielo era de “color
bronce” y el mar “color vino”. ¿Es que los ojos humanos no podían percibir el
azul o es que Homero era daltónico? ¿Pero no nos habían dicho que era ciego?
¿De nacimiento o perdió la vista después? Hay quien lo explica diciendo que la
atmósfera de la Tierra pudo haber contenido más metano (CH4) que la de hoy.
Los romanos no disponían de una palabra
para este color, a pesar del mar y el cielo mediterráneo. Con el verde se
referían a los dos colores. De hecho en francés, en italiano y en español, aún
siendo lenguas románicas, la palabra con que se designa este color no viene del
latín, sino del alemán y del árabe.
Posiblemente la India fue el país más
antiguo en disponer de una palabra para designar el color azul al utilizar la
planta de índigo en los tintes, que suministraba a Grecia y Roma para el
textil. Cómo se hacía la pasta de índigo lo contaba Marco Polo.
Una cultura antigua que conoció el azul fue la
egipcia. Se ha encontrado en el vendaje de las momias. Disponían de un mineral,
el lapislázuli, que utilizaban en joyería, mientras que el polvo machacado lo
podían usar para pintura. Se podría pensar que azul viene de lapislázuli. También disponían de plantas del género
Indigofera (1580 a. de C.). Este género de plantas fue de gran importancia en
las culturas precolombinas y los españoles las comercializaban para tintes. El premio
nobel alemán Adolf von Baeyer (1880) consiguió el primer índigo artificial. Lo
llamó “azul de Prusia”. Otros lo perfeccionaron.
A partir de la teología medieval cambia
totalmente la valoración del color azul. Es el color del cielo, de Dios, del
manto de la Virgen. Está presente en las vidrieras de las catedrales, en los
libros miniados, en los escudos nobiliarios. Fue el azul el último color en
aparecer en las lenguas modernas.
En el siglo XVIII pasa a ser el color
del progreso y de las libertades gracias a la revolución francesa, para la que
el azul era el color de la República, dejando el blanco para la monarquía.
En los siglos XIX y XX es importantísimo en el arte pictórico, el
mejor ejemplo es la etapa azul de Picasso. Después de la Segunda Guerra Mundial
fue el color elegido como símbolo de paz y unión, la bandera de la UE, la ONU, los cascos azules, UNICEF… Los
pantalones vaqueros como icono del siglo XX por sus tonos azules los tiñeron
los genoveses con índigo procedente de la India.
También tiene algo que ver con la moda.
El color femenino por excelencia es el rosa y el masculino el azul. Hasta para
ir a una entrevista de trabajo se recomienda traje azul marino y camisa
celeste. El azul marino se ha impuesto en uniformes de policías y de algunos
militares. En la guerra de los EE.UU los soldados del norte iban de azul y los
del sur de gris.
El color azul no está presente en el
Arco Iris aunque Newton lo incluyera entre los siete colores por su afán de
incluir el mítico número siete. En el Apocalipsis lo encontró cincuenta y cinco
veces. Pero Isaac Asimov demostró que en el Arco Iris el azul no es más que una
tonalidad del violeta. Las personas con dificultad para distinguir el color
azul (muchos japoneses) se denominan “tritanómalas” y la afección “acianopsia”.
Conocido también como añil en los países
mediterráneos, se mezcla con cal para pintar las fachadas de las casas. Azules
pintan las cúpulas de las capillas ortodoxas en Grecia y aparece en muchas
banderas europeas y en la de EE.UU.
Tiene muchos significados pero
predomina el de tranquilidad. Lo vemos en las habitaciones de muchos hospitales
mezclado con el blanco. Pero un exceso de azul, según la Cromoterapia, puede
producir insomnio o dolor de cabeza porque disminuye la producción de
melatonina, la hormona que le indica al cuerpo que es la hora de dormir. Un
buen ejemplo lo encontramos en la luz de las pantallas de televisión,
ordenadores, tablets y móviles. En inglés “blue” tiene varios significados, desde
pornográfico hasta triste. En español “príncipe azul, o sangre azul” hace
referencia a que la nobleza gustaba de tener la piel muy blanca y se
trasparentaba el color azulado de las venas. Recuerdo los tercetos encadenados de
Manuel Machado dedicados a Felipe II:
“Nadie más cortesano ni
pulido
que nuestro rey Felipe,
que Dios guarde,
siempre de negro hasta
los pies vestido.
Es pálida su tez como
la tarde,
cansado el oro de su pelo
undoso,
y de sus ojos, el azul,
cobarde.
Sobre su augusto pecho
generoso
ni joyeles perturban ni
cadenas
el negro terciopelo
silencioso.
Y, en vez de cetro
real, sostiene apenas,
con desmayo galán, un
guante de ante
la blanca mano de
azuladas venas.
Muchas veces aparece el azul
contrapuesto al rojo: el grifo del agua fría en azul y el del agua caliente en
rojo; las señales de tráfico azules informativas y las rojas prohibitivas; zona
azul para aparcamiento de tiempo limitado y zona rojo anaranjado para
residentes; los conservadores azules y los de izquierdas rojos; las espadas de
los jedis buenos de la película Star Wars son de luz azul y los malos de luz
roja; en la escala de la temperatura para dar el tiempo el azul marca el frío y
el rojo el calor; en la película X-MEN los personajes de Mística y Hank MC Coy
son de color azul, así como los Pitufos, los extraterrestres de Avatar…etc.
En la literatura hay títulos como “Azul” de
Rubén Darío, “La dama azul “de Javier Sierra, “Ojos de perro azul” de García
Márquez entre otras. En el cine y la televisión muchos más: “Verano azul”, “El
lago azul”, “Azul oscuro casi negro”, “Azul”…etc.
Las nuevas redes sociales como Twitter, Skype
y Facebook lo han incorporado a sus iconos.
En la UCI de modernos hospitales se ha
sustituido el color verde o blanco de los pijamas de los enfermos por otros de
color azul porque parece que este color es más fuerte contra algunos microorganismos.
El color azul es el pigmento menos
abundante en el ser humano. Fijémonos en los ojos. Solo el 8% de la población
mundial tiene los ojos azules. El color de los ojos depende del pigmento melanina y los azules poseen
menos melanina en el iris. Según el profesor danés Hans Eiberg, del Panum
Institute de Copenhague, es el resultado de una mutación producida hace entre
6.000 y 10.000 años, originaria del Cáucaso y que se habría extendido por la
emigración hacia el norte, hacia Europa, especialmente hacia Escandinavia.
Los animales pueden tener también ojos
azules: perros, gatos, tigres…etc. Y el azul puede aparecer en alguna otra
parte de su cuerpo, como en las plumas (pavo real), en las alas (mariposas), en
el pelo (zorro azul), en los genitales (Chlorocebus cynosuros, primate del
África Oriental), en los huevos que ponen
las gallinas araucanas…etc. Y entre los peces: el pez Mandarín, el pez
cirujano, el Ángel Emperador, el pez Beta, la gran ballena azul, el cangrejo
azul,…etc.
En los minerales también es un color poco
frecuente. Nos encontramos con la andalucita, silimanita, cuarzo azul,
calcedonia azul, y azurita o malaquita azul. Dentro de la joyería se utiliza:
la cianita, la aguamarina, la iolita, el lapislázuli, la turquesa y el zafiro.
Flores azules son las campánulas o
campanillas, los lirios de agua, las “espuelas de caballero”, muscaris,
acónitos, heliotropos…etc. Plantas para tintar azul el índigo y la “mullaca”
andina de nombre aymara. Gracias a la ingeniería genética se ha conseguido la
variante de rosa azul, iniciada por los australianos y perfeccionada por los
japoneses.
Quizá donde más escasea el color azul sea
en la alimentación. Salvo el queso azul y los arándanos, en la mayoría de los
casos proceden de tintes (pastelería y heladería). El arroz azul de Malasia se consigue con el agua de haber
hervido la flor Clitoria. Y se ha inventado en España un vino azul que ha dado
la vuelta al mundo.
La familia léxica del azul la forman:
azulado, azulenco, azulino, azulón, azulgrana, azulete, azulejo, azulejero,
azulejar, azulejería, azular y azulear (este último muy utilizado en la ciudad en
la que vivo). De la raíz cian (entre
azul y verde) de origen griego: cianea (lapislázuli), cianita (turmalita de
color azul), cianógeno (forma parte de la composición del azul de Prusia),
cianosis (color azul de la piel), cianótico (que padece cianosis), cianuro (sal
de ácido cianhídrico)…etc.
Y termino este recorrido por el color azul con
sus más de 110 matices con la hora azul
tan apreciada por los fotógrafos, la hora del crepúsculo, donde no hay luz del
día ni la más completa oscuridad…