miércoles, 22 de noviembre de 2017


A Z U L

 

       Como a otras personas que se han dedicado a investigar sobre este color, me he encontrado con el libro de Michel Pastoreau, “Azul, historia de un color” que ha despertado en mí una gran curiosidad, al explicar cómo ha ido cambiando su valoración a lo largo de la historia. Del color más ignorado al más valorado en las encuestas actuales. En las pinturas prehistóricas no aparece. Probablemente porque no abundaba en los seres vivos, plantas y minerales. En la Ilíada y en la Odisea Homero dice que el cielo era de “color bronce” y el mar “color vino”. ¿Es que los ojos humanos no podían percibir el azul o es que Homero era daltónico? ¿Pero no nos habían dicho que era ciego? ¿De nacimiento o perdió la vista después? Hay quien lo explica diciendo que la atmósfera de la Tierra pudo haber contenido más metano (CH4) que la de hoy.

        Los romanos no disponían de una palabra para este color, a pesar del mar y el cielo mediterráneo. Con el verde se referían a los dos colores. De hecho en francés, en italiano y en español, aún siendo lenguas románicas, la palabra con que se designa este color no viene del latín, sino del alemán y del árabe.

       Posiblemente la India fue el país más antiguo en disponer de una palabra para designar el color azul al utilizar la planta de índigo en los tintes, que suministraba a Grecia y Roma para el textil. Cómo se hacía la pasta de índigo lo contaba Marco Polo.

       Una  cultura antigua que conoció el azul fue la egipcia. Se ha encontrado en el vendaje de las momias. Disponían de un mineral, el lapislázuli, que utilizaban en joyería, mientras que el polvo machacado lo podían usar para pintura. Se podría pensar que azul viene de lapislázuli.  También disponían de plantas del género Indigofera (1580 a. de C.). Este género de plantas fue de gran importancia en las culturas precolombinas y los españoles las comercializaban para tintes. El premio nobel alemán Adolf von Baeyer (1880) consiguió el primer índigo artificial. Lo llamó “azul de Prusia”. Otros lo perfeccionaron.

       A partir de la teología medieval cambia totalmente la valoración del color azul. Es el color del cielo, de Dios, del manto de la Virgen. Está presente en las vidrieras de las catedrales, en los libros miniados, en los escudos nobiliarios. Fue el azul el último color en aparecer en las lenguas modernas.

       En el siglo XVIII pasa a ser el color del progreso y de las libertades gracias a la revolución francesa, para la que el azul era el color de la República, dejando el blanco para la monarquía.

     En los siglos XIX  y  XX  es importantísimo en el arte pictórico, el mejor ejemplo es la etapa azul de Picasso. Después de la Segunda Guerra Mundial fue el color elegido como símbolo de paz y unión, la bandera de  la UE, la ONU, los cascos azules, UNICEF… Los pantalones vaqueros como icono del siglo XX por sus tonos azules los tiñeron los genoveses con índigo procedente de la India.

      También tiene algo que ver con la moda. El color femenino por excelencia es el rosa y el masculino el azul. Hasta para ir a una entrevista de trabajo se recomienda traje azul marino y camisa celeste. El azul marino se ha impuesto en uniformes de policías y de algunos militares. En la guerra de los EE.UU los soldados del norte iban de azul y los del sur de gris.

       El color azul no está presente en el Arco Iris aunque Newton lo incluyera entre los siete colores por su afán de incluir el mítico número siete. En el Apocalipsis lo encontró cincuenta y cinco veces. Pero Isaac Asimov demostró que en el Arco Iris el azul no es más que una tonalidad del violeta. Las personas con dificultad para distinguir el color azul (muchos japoneses) se denominan “tritanómalas” y la afección  “acianopsia”.

       Conocido también como añil en los países mediterráneos, se mezcla con cal para pintar las fachadas de las casas. Azules pintan las cúpulas de las capillas ortodoxas en Grecia y aparece en muchas banderas europeas y en la de EE.UU.

        Tiene muchos significados pero predomina el de tranquilidad. Lo vemos en las habitaciones de muchos hospitales mezclado con el blanco. Pero un exceso de azul, según la Cromoterapia, puede producir insomnio o dolor de cabeza porque disminuye la producción de melatonina, la hormona que le indica al cuerpo que es la hora de dormir. Un buen ejemplo lo encontramos en la luz de las pantallas de televisión, ordenadores, tablets y móviles. En inglés “blue” tiene varios significados, desde pornográfico hasta triste. En español “príncipe azul, o sangre azul” hace referencia a que la nobleza gustaba de tener la piel muy blanca y se trasparentaba el color azulado de las venas. Recuerdo los tercetos encadenados de Manuel Machado dedicados a Felipe II:

                       “Nadie más cortesano ni pulido

                        que nuestro rey Felipe, que Dios guarde,

                        siempre de negro hasta los pies vestido.

 

                        Es pálida su tez como la tarde,

                        cansado el oro de su pelo undoso,

                        y de sus ojos, el azul, cobarde.

 

                        Sobre su augusto pecho generoso

                        ni joyeles perturban ni cadenas

                        el negro terciopelo silencioso.

 

                        Y, en vez de cetro real, sostiene apenas,

                        con desmayo galán, un guante de ante

                        la blanca mano de azuladas venas.           

                                        

         Muchas veces aparece el azul contrapuesto al rojo: el grifo del agua fría en azul y el del agua caliente en rojo; las señales de tráfico azules informativas y las rojas prohibitivas; zona azul para aparcamiento de tiempo limitado y zona rojo anaranjado para residentes; los conservadores azules y los de izquierdas rojos; las espadas de los jedis buenos de la película Star Wars son de luz azul y los malos de luz roja; en la escala de la temperatura para dar el tiempo el azul marca el frío y el rojo el calor; en la película X-MEN los personajes de Mística y Hank MC Coy son de color azul, así como los Pitufos, los extraterrestres de Avatar…etc.

      En la literatura hay títulos como “Azul” de Rubén Darío, “La dama azul “de Javier Sierra, “Ojos de perro azul” de García Márquez entre otras. En el cine y la televisión muchos más: “Verano azul”, “El lago azul”, “Azul oscuro casi negro”, “Azul”…etc.  

       Las nuevas redes sociales como Twitter, Skype y Facebook lo han incorporado a sus iconos.

       En la UCI de modernos hospitales se ha sustituido el color verde o blanco de los pijamas de los enfermos por otros de color azul porque parece que este color es más fuerte contra algunos microorganismos.

       El color azul es el pigmento menos abundante en el ser humano. Fijémonos en los ojos. Solo el 8% de la población mundial tiene los ojos azules. El color de los ojos depende  del pigmento melanina y los azules poseen menos melanina en el iris. Según el profesor danés Hans Eiberg, del Panum Institute de Copenhague, es el resultado de una mutación producida hace entre 6.000 y 10.000 años, originaria del Cáucaso y que se habría extendido por la emigración hacia el norte, hacia Europa, especialmente hacia Escandinavia.

      Los animales pueden tener también ojos azules: perros, gatos, tigres…etc. Y el azul puede aparecer en alguna otra parte de su cuerpo, como en las plumas (pavo real), en las alas (mariposas), en el pelo (zorro azul), en los genitales (Chlorocebus cynosuros, primate del África Oriental), en los huevos que ponen  las gallinas araucanas…etc. Y entre los peces: el pez Mandarín, el pez cirujano, el Ángel Emperador, el pez Beta, la gran ballena azul, el cangrejo azul,…etc.

     En los minerales también es un color poco frecuente. Nos encontramos con la andalucita, silimanita, cuarzo azul, calcedonia azul, y azurita o malaquita azul. Dentro de la joyería se utiliza: la cianita, la aguamarina, la iolita, el lapislázuli, la turquesa y el zafiro.

    Flores azules son las campánulas o campanillas, los lirios de agua, las “espuelas de caballero”, muscaris, acónitos, heliotropos…etc. Plantas para tintar azul el índigo y la “mullaca” andina de nombre aymara. Gracias a la ingeniería genética se ha conseguido la variante de rosa azul, iniciada por los australianos y perfeccionada por los japoneses.

      Quizá donde más escasea el color azul sea en la alimentación. Salvo el queso azul y los arándanos, en la mayoría de los casos proceden de tintes (pastelería y heladería). El arroz azul  de Malasia se consigue con el agua de haber hervido la flor Clitoria. Y se ha inventado en España un vino azul que ha dado la vuelta al mundo.

     La familia léxica del azul la forman: azulado, azulenco, azulino, azulón, azulgrana, azulete, azulejo, azulejero, azulejar, azulejería, azular y azulear (este último muy utilizado en la ciudad en la  que vivo). De la raíz cian (entre azul y verde) de origen griego: cianea (lapislázuli), cianita (turmalita de color azul), cianógeno (forma parte de la composición del azul de Prusia), cianosis (color azul de la piel), cianótico (que padece cianosis), cianuro (sal de ácido cianhídrico)…etc.

       Y  termino este recorrido por el color azul con sus más de 110 matices  con la hora azul tan apreciada por los fotógrafos, la hora del crepúsculo, donde no hay luz del día ni la más completa oscuridad…

    

2 comentarios:

  1. Me parece un tema muy interesante y más para los lorquinos que pertenecemos al Paso Azul de la Semana Santa lorquina.

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  2. Me ha gustado el tema. El color azul es mi preferido y mi nieto ha heredado el gusto. Has olvidado el poemario de mi alumna " Palimpsesto azul". En cuanto a ojos azules creo que en mi familia casi cubrimos el cupo: mis abuelos maternos, mi padre y sus cuatro hermanos, mi abuelo materno y mi tío, mi hermana y alguno de sus hijos, dos de mis hijas y una nieta ¿Hay quién dé más? También algunos en la familia de mi marido.
    En serio. Una curiosidad muy interesante.

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