El origen del lenguaje
Leyendo la autobiografía de Goethe he
recordado las clases de “Filosofía del lenguaje “de D. Mariano Baquero en la
Facultad de Letras de la Universidad de Murcia. Herder, filósofo alemán,
teólogo, y crítico literario que escribió un “Ensayo sobre el origen de la
lengua” para un concurso de la Academia de las Ciencias de Berlín, coincidió
con el poeta alemán en Estrasburgo y se hicieron muy amigos. Lo ganó rechazando
el origen divino que otros predicaban. Él defendía el origen del lenguaje como
un acto humano en cuanto animal racional,
el hombre “considerado como animal desnudo y sin instinto, es el más
indigente de los seres…Ahí está, débil y sometido, abandonado a la discordia de
los elementos, al hambre, a todos los peligros, a las garras de cualquier
animal más fuerte, a morir de mil maneras diversas”. El hombre necesitaba
comunicarse para sobrevivir. De Herder dice Goethe que le reprochaba “con la
mayor severidad” el placer que le causaban las Metamorfosis de Ovidio. Al cabo
de un tiempo se distanciaron.
En internet he encontrado el libro de Herder,
que de estudiante no leí, y he descubierto cosas interesantes que entonces me pasaron casi
desapercibidas, como que “el lenguaje es el verdadero carácter distintivo
externo de nuestra especie, como lo es la razón desde el punto de vista interno”.
Después de tantos años dando clase de Lengua
española, latín, griego, inglés y francés, me dice Herder que “los nombres han
surgido de los verbos, y no estos de aquellos”, “el niño no llama oveja a la
oveja sino criatura balante, convirtiendo la interjección en verbo”. “La
palabra que seguía inmediatamente al sonido de la naturaleza, imitando esta,
venía después de algo pasado. Los pretéritos son por tanto las raíces de los
verbos…el pasado hay que contarlo…surgieron muchos pretéritos y un solo
presente o ninguno”. Añade que el hombre primitivo al volverse humano todo lo
personifica como varón o hembra, surgiendo los dioses y las diosas, los artículos y los adjetivos.
“Como el hombre sólo percibe el lenguaje
de nuestra maestra naturaleza gracias al oído, sin el cual sería incapaz de
inventarlo, el oído resultó ser el mediador entre sus sentidos, la genuina
puerta del alma, el lazo de unión entre los otros sentidos”…”cuanto más
antiguas y originarias son las lenguas, tanto más se observa en sus raíces esa
analogía de los sentidos”… “la naturaleza entera resonaba ante el hombre, y el
canto de éste” (hubo quien asociaba el origen del lenguaje humano al canto,
imitando a los pájaros) “era un concierto formado por todas las voces que el
entendimiento necesitaba, que su sensibilidad captaba, que sus órganos eran
capaces de expresar.”
Pero cabe preguntarse qué ocurría en los casos en que no sonaba
ningún sonido, palabras abstractas. Herder, que estudió muchas lenguas
primitivas, dice que “la estructura entera en las lenguas orientales testimonia que todos sus nombres abstractos
han sido antes entidades sensibles: el espíritu en viento, el alma en aliento…etc.”
Recuerda como los misioneros se quejaban de las dificultades que tenían para
expresar conceptos cristianos en las lenguas indígenas.
Ya desde la antigua Grecia se barajaban
dos opiniones sobre el origen de la lengua: divino o puramente humano. Una de
las teorías se refiere a que el hombre empieza a comunicarse por gestos, por
mímica y que posteriormente imita con la boca. Ante la dificultad de
comunicarse en la oscuridad o de noche es cuando empieza a emitir sonidos. Está
demostrado que por efecto de un hábito ya familiar a los animales vecinos, ha
formado el hombre los elementos de su lengua y ha introducido en ella sus
gritos naturales o interjecciones, imitándolos o imitando los gritos de otros
animales, sus propios ruidos y todos los ruidos de la naturaleza con el auxilio
de su aparato fonador. Estudiando lenguas muy primitivas e incluso las primeras palabras de los niños vemos muy
utilizado el procedimiento imitativo que consiste en la reduplicación de las
mismas palabras para dar idea de la
intensidad de la duración o de la repetición (guauguau, tamtam).
Para el filósofo abate de Condillac
(siglo XVIII) el lenguaje no es un vehículo del pensamiento sino que jugó un
papel esencial en su elaboración. Se anticipó a Saussure al distinguir entre lengua
colectiva y habla individual. Defendía
que había una cierta especie de sociedad ya establecida entre los inventores
del lenguaje. Su amigo Rousseau en cambio opinaba que “las lenguas han nacido
en el comercio doméstico de los padres, las madres y los hijos…En un primitivo
estado no teniendo ni casa, ni cabaña, ni propiedad de ninguna especie, cada
uno se alojaba al ocaso y con frecuencia para una sola noche: los varones y las
hembras se unían fortuitamente según su encuentro, la ocasión y su deseo, sin
que la palabra fuera intérprete muy necesario de las cosas que hubieran de
decirse, y hasta se apartaban con la misma facilidad…Observad, además, que
teniendo el niño todas sus necesidades por explicar y, por consiguiente, más
cosas que decir a la madre que la madre al niño, éste es quien debía hacer los
mayores esfuerzos de invención; de manera que la lengua que él empleaba debía
ser en gran parte su propia obra; lo cual multiplica las lenguas tanto como
individuos hay para hablar, a lo que contribuye todavía más la vida errante y
vagabunda, que no deja a idioma alguno tiempo para adquirir consistencia…El
primer lenguaje del hombre, el lenguaje más universal, el más enérgico, el
único de que hubo necesidad…es el grito de la naturaleza. Como este grito era
arrancado por una especie de instinto en ocasiones forzosas, para implorar
socorro en los grandes peligros o alivio en los males violentos, no era de uso
frecuente en el curso ordinario de la vida...multiplicaron las inflexiones de
la voz y añadieron los gestos”, (“Discurso sobre el origen de la desigualdad
entre los hombres”). Añade que las primeras palabras tuvieron un significado
más extenso, el sentido de una proposición entera. En un principio solo
sustantivos y verbos en infinitivo.
El norteamericano Noam Chomsky,
creador de la Gramática Generativa y Transformacional hacia los años 50 del
siglo XX, desarrolló la teoría de que el lenguaje es una condición innata del
hombre. Todos los lenguajes humanos están construidos sobre una base estructural
común. Se basa en el principio de que “nuestro lenguaje es el resultado de
descifrar un programa genéticamente determinado”. Contaba con el precedente
de la Gramática de Port-Royal (1660)
defensora de la teoría de los “Universales Lingüísticos”.
Partiendo de la premisa de que el hombre se
distingue de los animales por la capacidad creciente de su cráneo, a partir de
los 80 del siglo XX, más en los 90, algunos científicos sugerían que un cambio
en la dieta de los homínidos que introdujo el consumo relativamente abundante
de carne habría dado lugar a cerebros más grandes donde podría empezar a
emerger la inteligencia. Richard Byrne afirma que también fue esta la causa del
lenguaje oral, dada la dependencia recíproca entre el lenguaje y el pensamiento. En realidad no se
sabe qué factores desencadenaron el gran aumento del cerebro humano en los últimos dos millones y medio de años.
El
antropólogo húngaro Abel Hovelacque declaraba que “lo que distingue la
Lingüística moderna de las especulaciones del pasado sobre el origen y
naturaleza de las lenguas…es que esta ciencia, enteramente contemporánea, ha
reconocido y proclamado que existía “una vida del lenguaje”, que cada lengua
pasaba inevitablemente por tales o cuales períodos biológicos… que sufría la
suerte de todos los organismos”. Ya decía mi profesor de la Universidad de
Murcia D. Mariano Baquero que las lenguas son como los seres vivos, nacen se
desarrollan y mueren.
El psicólogo
húngaro G.Révèsz insistía en el carácter social de la lengua porque es la que
hace posible el contacto entre los miembros de un grupo.
La más reciente teoría es la
glosogenética que se ocupa más de las diferencias entre el hombre y los
animales. Es más de antropología que de lingüística. La evolución anatómica del
hombre produjo unas condiciones inmejorables para la producción del sonido
(dientes rectos, labios flexibles, lengua móvil, laringe y faringe apropiados
para emitir sonidos…etc. Pero sobre todo un cerebro adaptado biológicamente
para la función del lenguaje, con funciones para cada hemisferio (herramientas
del lenguaje en el lado izquierdo).
Hay quien
opina que las lenguas sin vocales son más antiguas. Se ha calculado que fue en
la era Neandertal cuando se inició el lenguaje, el lenguaje oral, hace unos 30.000 ó 40.000 años. La escritura como tal hará unos 3.000 años.
Un tema muy interesante. Recuerdo de nuestra época de estudiantes los nombres de filósofos y lingüistas que citas pero poco más.
ResponderEliminarNo sé si estar totalmente o no de acuerdo con las teorías que exponen estos señores,entre otras cosas porque me faltan los conocimientos necesario para juzgar, aunque ya me gustaría.
En cuanto a la frase de nuestro querido profesor ,sí estoy de acuerdo. Lo malo es que ,efectivamente, las lenguas mueren por diversas razones. O las matan.