No creo en el destino (Microrrelato)
La niña de quince años, que aún llevaba calcetines, se puso los zapatos de tacón de su hermana. Un joven se acercó para pedirle que se los quitara, que no eran suyos. Ella no le hizo caso, y allí forjé mi destino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario