lunes, 14 de agosto de 2017

Nevermore

                                                        
                                                       El mito de Orfeo
                                                                                         
                                                                                               "Nevermore"
                                                                                             de  "The raven"    de Allan Poe .

        Me encantan los mitos clásicos y siguiendo con  mi idea del atrevimiento , de la osadía, me he permitido la licencia de cambiar "el mito de Eurídice"  por "el mito de Orfeo". ¿ Por qué  el protagonista  tiene que ser el hombre? ¿Por qué no la mujer? Que sea ella la sufridora. Y además quiero mezclar el tema de la muerte con el poema de Allan Poe "El cuervo".
       
        Orfeo era un poeta y músico divino que con sus canciones y su lira enamoró a la ninfa Eurídice. Se casaron. El joven, huyendo de otras ninfas a quienes había enamorado con sus canciones, pisó una serpiente venenosa y murió. La esposa no se conformaba con llorar a su ser querido y, como mujer valiente, emprendió un viaje al ultramundo, una catábasis, para recuperarlo. Con sus lamentos convenció a Caronte para que le llevasen su barca hasta el Hades atravesando la laguna Estigia que separaba el mundo de los vivos del mundo de los muertos, la luz de las sombras. Los dioses del inframundo se conmueven y consienten en volverlo a la vida con una condición: ella irá delante, él detrás. Eurídice se compromete a no volver la cabeza hasta salir a la luz y que el sol ilumine todo el cuerpo del esposo. Pero entonces le asalta una duda ¿y si no es verdad que Orfeo le sigue ? ¿y si los dioses le han engañado?. Al llegar a tierra ella se vuelve para mirarlo sin darse cuenta que todavía tenía un pie a la sombra . En ese momento una fuerza irresistible  como una nube  lo arrastró hasta las profundidades  . Ella volvió a intentarlo de nuevo pero Caronte ya no le permitió subirse a su barca . Eurídice volvió sola, desamparada y mantuvo la promesa de fidelidad hasta su muerte.Y así lo perdió para siempre.
         Aquí entra Allan Poe porque ese "para siempre " está en la línea del "nevermore" (nunca más) que repite continuamente el negro cuervo (raven) posado sobre el busto de Palas Atenea ante el joven estudiante que ha perdido a su amada. Palabra que se va clavando en la mente del joven que cree enloquecer. Solo los creyentes mantienen la esperanza en un encuentro en una vida eterna o en otros universos paralelos. Si analizamos fonéticamente la aliteración producida por la repetición de los sonidos  /e/,/n/ y sobretodo la vibrante /r/ comprobaremos el efecto tenebroso del eco. Recuerdo como nos lo contaba nuestro magnífico profesor D. Mariano Baquero en la Universidad de Murcia. Cuando lo repetía en clase alargaba la /o/ y la /r/ final (la /e/ final es muda).

         Me gustaría terminar relacionando el mito con el tema de la bajada a los infiernos . El primero que lo hizo fue Hércules  para cumplir su último trabajo, acabar con el Cancerbero, perro de tres cabezas que guardaba la puerta del Hades. Odiseo acompañado de Circe también hace este viaje para consultar al adivino Tiresias cómo volver a Ytaca . Otro fue Eneas acompañado por Sibila, buscando a su padre para recibir las instrucciones para fundar una nueva Troya, ROMA. Uno más, Teseo   para ver a Perséfone. Y ¡una mujer¡ Psique, que pretende recuperar su belleza perdida. Fuera del clasicismo bajaron a los infiernos Dante, Jesucristo y Mahoma , pero eso lo dejo para otro día .

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